lunes, 26 de mayo de 2014

Las guerras de pollos, episodio 1.

LAS GUERRAS DE POLLOS

episodio 1


Las guerras de pollos, episodio 1.

Esta es la historia de la titánica lucha de un pollo que se mantuvo firme ante las avasalladoras y oscuras fuerzas de la oscuridad, y cómo a pesar de las adversidades, se mantuvo fiel a su causa; aquí comienza su odisea épica.
Eran los tiempos en el que los animales reinaban y los hombres vivían en un estado primigenio. Los animales vivían organizados en comunidades según su especie. Pollos, patos y roedores, vivían en paz y de su comercio, en base del trueque y especialmente del maíz. Había dentro de las naciones de pollos varias tribus, pero dos eran las más prominentes, los goriocos y los emplumados. Ambas tribus se mantenían en disputa por las tierras de grano; aquí aunque obvio cabe resaltar que la desunión y las rencillas evitaban la unificación de una nación sólida. Entre los goriocos destacaba un pollo, de cuello desnudo (como el resto de su raza), flaco y desgarbardo, de plumaje negro y cresta mutilada, lo que no había sido motivo de su pérdida de orgullo. Cabe mencionar, que la cresta de un pollo es sinónimo de gallardía y temple. Este pollo vivía en un autoexilio, a pesar de ello era aclamado y reconocido por su pueblo como valiente y se contaban sus proezas; para ser específico, era conocido como "el cazador de águilas", pero su nombre auténtico era Turuu Eco.
En aquellos tiempos sucedió algo que arruinaría la frágil paz entre patos y pollos: Josefina, la gallina princesa de los emplumados, había sido ultrujada por un noble pato, esto motivó una enérgica y violenta respuesta de parte de los emplumados que exigían que se entregara al autor de tal agravio. Ante la negación de los patos, los pollos decidieron cortar sus relaciones con ellos y expulsarlos de su nación. Esto motivó que la nación de los patos enviara a su almirante Jeff Patterson, y saqueara sus posesiones en el mar; como medida preventiva los pollos emplumados reforzaron sus fronteras y enviaron un embajador donde los goriocos. Había empezado la guerra. Los goriocos firmaron un tratado de alianza, y la primera semana de ese mes enviaron un ejército de treinta mil pollos de cuello desnudo, la guerra había logrado la tan esperada unión, se requería la contribución de todos los ciudadanos y si era necesario aun ofrendar sus vidas. Turuu Eco, como era de esperarse, partió armado con su espada y sus garras trueno, que eran cuchillas que llevaba en sus alas. Partía a la guerra en defensa de su nación; polluelos y gallinas aclamábanle a su paso. La guerra comenzaba a desangrar a ambas naciones. La primera batalla comenzó a inicios de la primavera, dos ejércitos enormes que sumaban cerca de cuarenta mil aves se dispusieron en orden de batalla en filas enormes. Patos y pollos marcharon y arremetiron unos contra otros. El choque fue brutal: una lluvia de lanzas y flechas tiñeron el campo de rojo, las espadas chocaban entre sí, por todas partes veíanse cuerpos teñidos de sangre, cabezas decapitadas y plumas revoloteando. Turuu Eco, que participaba en la pelea, al ver la potente ofensiva de los patos y las bajas pollunas se acercó al general Polloncio y exclamó lo siguiente: "dadme cuatrocientos pollos y quebraré la defensa de los patos". Polloncio argumentó: "Turuu Eco, valiente entre los pollos, a pesar de tu conocida fama no me pidas eso, sería un suicidio concederte la conducción de esas tropas". Turuu Eco no consideró la advertencia del general, e impulsado por su bravura partió con las tropas requeridas hacia el flanco izquierdo del ejército de patos y comenzó cercenando y decapitando a cualquier enemigo que le hiciera frente, seguido de un batallón de goriocos. La ola de pollos arrasó todo el flanco de patos causando estragos. Polloncio al ver tal destrucción quedó estupefacto.
El general Cristian El Pato estaba en el campo. Turuu Eco lo avistó y pronunció las siguientes palabras: "¡venid aquí cobarde y os arrebataré vuestra vida!". Cristian El Pato no se amilanó, era valiente. Sacando su espada profirió "¡No os tengo miedo!", y partió en pos de él. Ambas armas colisionaron inmediatamente, Turuu Eco procedió a sacar sus cuchilllas pero era evadido por el pato que decia ser kawai. Las armas cortaron el aire y Cristian las evadía a la vez que volaba. Llegó un momento en que pelearon en el suelo e intercambiaron puñetazos, pero luego se repusieron sus armas, con las plumas erizadas Cristian dio un giro en el aire, lanzó un ataque con las garras en el pico de Turuu Eco, pero en un descuido bajó su defensa y expuso su ala...

CONTINUARÁ

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