Las guerras de pollos, Episodio 3
Las palomas necrófagas eran criaturas salvajes, repulsivas y sanguinarias. Emulaban una forma de rito satánico en sus sacrificios. Vivían como nómadas, cazando y devorando desechos de animales. Eran el mayor terror de Verspoia, odiadas incluso por los buitres... Esa noche hubo bajas para las tropas de Turuu Eco, habían sucumbido cuatro valientes pollos, superados por la brutal embestida, entregaron sus vidas en el campo de batalla... Ahora no había marcha atrás, se requería una alianza y el precio de sangre era necesario. Turru Eco partió con sus soldados por laderas y barrancos sufriendo penurias y constantes escaramuzas. Durante tres días se movilizó casi sin descando, evadiendo al enemigo. Consciente del inminente peligro, decidió efectuar una estrategia para hacerle frente; sabía que su plan retrasaría su propósito, pero de todas formas era imposible consumar su meta sin recurrir a ayuda. Por esos lares habitaban una clase de pollos muy particular, eran los cariocos oscuros, una poderosa tribu de cuellos desnudos de tres crestas y penacho pronunciado, que vivían errantes en base del comercio del maiz amilaceo. Se habían separado desde hace cientos de años de sus hermanos los emplumados y los goriocos, formando un rama aparte. Dada la coincidencia de su migración, Turru Eco aprovechó la ocasión para contactar con ellos; el momento era oportuno, los cariocos oscuros eran fieros guerreros y mercenarios expertos en el arco y flecha y lanza, seguidores acérrimos del Dios Pollo Bicéfalo, su principal deidad, pero había un incoveniente, era una sociedad cerrada y xenófoba, por lo cual era una empresa difícil. Delegando el mando de su tropa a su teniente partió solo a entrevistarse con los oscuros. No tuvo la recepción esperada y la entrevista fue breve. El jefe de la tribu le había propuesto una serie de pruebas para consolidar su apoyo y mostrar que era digno. La primera era resistir a las Pruebas de Dolor, sin emitir un gemido. Turuu Eco las soportó con entereza. La segunda era combatir contra un guerrero eximio y fornido de la tribu sin armas. Se dispuso el escenario, los dos tantearon el terreno y erizando sus plumas se aproximaron... El choque fue brutal. Empleando un movimiento de riñones ambos pollos se estrangularon brutalmente. Golpes de ala y patadas cortaban y sacudían el viento, intercambiaban picotazos con suma violencia, ambos oponentes parecían estar parejos hasta que ponderó el coraje de Turuu Eco y dando una potente patada hizo volar por los aires al guerrero, procediendo luego a someterlo. Había sido una victoria rotunda. Sin embargo faltaba una tercera prueba. El jefe de la tribu demandaba un tributo a su dios y requería una pluma del ganzo dorado, una criatura mística que vivia en uno de los montes contiguos al volcán de Versopia. El ganzo dorado era carnívoro y medía cuatro metros. Su enorme nido estaba en una gran caverna, se decía que había nacido del fuego y era inmortal. Sus plumas eran valoradas por los oscuros porque se creía que era creación del Dios Pollo Bicéfalo, también llamado Amon To. Turuu Eco escaló sinuosos y accidentados precipicios dispuesto a conseguir una de las valiosas plumas. A la segunda noche se aproximó a su objetivo y armándose de valor y con escudo y lanza procedió a enfrentar a la bestia, sin embargo sus denodados esfuerzos parecían infructuosos. El ganzo contratacaba con creciente salvajismo provocando heridas a Turuu Eco. Los golpes de Turuu Eco parecían retumbar en su plumaje dorado. Su lanza de bronce forjado apenas parecía mellar en la criatura. Consciente de su invunerabilidad, empleando su fortaleza física Turuu Eco saltó sobre la bestia y procedió a ahorcarla, rodeando con sus alas el cuello, cortándole el oxígeno y matando al ganzo. En el acto partió con su trofeo y fue a encontrarse con el líder de la tribu llevando no una sino diez plumas. Complacido el líder decidió proporcionarle fuerzas para su campaña no sin antes recurrir a un reparador descanso. Había logrado la tan ansiada ayuda, y con 200 cariocos de refuerzo partió a hacer frente a las palomas necrófagas...
CONTINUARÁ
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